El comercio romano fue el motor que sustentó su economía. Los romanos eran hombres de negocios, y la longevidad de su imperio se debió a su práctica comercial. Sus vías de comunicación terrestres (calzadas) y marítimas fueron importantes para mantener un comercio a gran escala, que definió la realidad Mediterránea y aún hoy en día podemos observar su impacto. En este taller, los alumnos conocerán las distintas rutas comerciales que usaban los romanos y las distintas monedas en las que basaron su comercio. Finalizarán el taller con un divertido juego en el que se convertirán en auténticos comerciantes romanos.